Hoy llegó el dia prometido, cuando se hicieron realidad mis sueños: después de clases salí a caminar a una tienda que se encuentra a unos 3 kms. de la Universidad, Santa Fe Camera.
Conocí a su propietario, Mac, y hablamos por casi 2 horas sobre el amor por la analogía, los desafíos de ser un coleccionista de cámaras, el desencanto y redescubrimiento de la fotografía análoga por parte de las nuevas generaciones y muchos otros temas.
Le conté brevemente acerca de mi colección personal, le hablé sobre fot3ros y algunas de las cámaras que tenemos a nuestra disposición; conversamos sobre lo difícil que es a veces conseguir ciertos materiales o piezas y le dedicamos un extenso capítulo a la fotografía de gran formato, de la que Mac es todo un experto. Ha tenido 5 cámaras distintas y en su momento llegó a tener 13 lentes, desde 47mm hasta 500mm (¡en gran formato!).
Me dejó manipular varias cámaras antiguas y algunas nuevas (disponibles para arriendo); entre ellas una Canon 5D MkII, una serie de Nikkormats, una Yashica TLR, una Toyo (gran formato) y una Nikon F con el fotómetro malo que tiene a la venta por 90 dólares. Impresionante todo.
Con tanta conversación surgió la invitación a ir con su grupo de viejos amigos fotógrafos a un cañón rocoso para hacer lo obvio (tomar fotos); dependiendo del clima (y de mi horario de clases) haré lo posible por ir. Por supuesto, no me fui de la tienda sin comprar un par de cosas, pero eso se los mostraré mañana en otra entrada (manteniendo el suspenso).
Lobo.
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